Creo que Dios no lo sabe, pero
Me inunda un duro silencio
Que
arranca las alas al cielo,
Cuando
a un niño sin rostro
Le
ahogan sus gritos de miedo.
Creo
que Dios no lo sabe, pero
Negras
agujas de hielo
Queman
los ojos del clero,
Cuando
la agenda divina
Impone
el burka en su credo.
Creo
que Dios no lo sabe, pero
Profundas
grietas de fuego
Taladran
el costado izquierdo,
Cuando
el refugiado sin nombre
Se
arrastra, agoniza en su infierno.
Creo
que Dios no lo sabe,
Ni el mío, ni el tuyo, ni el de ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario